CONTAMINACIÓN
Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras el género humano no la escucha. |
La contaminación es la introducción en un medio cualquiera de un
contaminante, es decir, la introducción de cualquier sustancia o forma de
energía con potencial para provocar daños, irreversibles o no, en el medio
ambiente.
Se denomina contaminación ambiental a la presencia en el ambiente
de cualquier agente (físico, químico o biológico) o bien de una combinación de
varios agentes en lugares, formas y concentraciones tales que sean o puedan ser
nocivos para la salud, la seguridad o para el bienestar de la población, o
bien, que puedan ser perjudiciales para la vida vegetal o animal, o impidan el
uso normal de las propiedades y lugares de recreación y goce de los mismos.
La contaminación ambiental es también la incorporación a los
cuerpos receptores de sustancias sólidas, liquidas o gaseosas, o mezclas de
ellas, siempre que alteren desfavorablemente las condiciones naturales del
mismo, o que puedan afectar la salud, la higiene o el bienestar del
público.
CONSECUENCIAS
- Deteriora cada vez más a nuestro planeta
- Atenta contra la vida de plantas, animales y personas
- Genera daños físicos en los individuos
- Convierte en un elemento no consumible al agua
- En los suelos contaminados no es posible la siembra
Expertos en salud ambiental y cardiólogos de la Universidad de California del Sur (EE.UU), acaban de demostrar por primera vez lo que hasta ahora era apenas una sospecha: la contaminación ambiental de las grandes ciudades afecta la salud cardiovascular.
Se comprobó que existe una relación directa entre el aumento de
las partículas contaminantes del aire de la ciudad y el engrosamiento de la
pared interna de las arterias (la "íntima media"), que es un
indicador comprobado de aterosclerosis.
El efecto persistente de la contaminación del aire respirado, en
un proceso silencioso de años, conduce finalmente al desarrollo de afecciones
cardiovasculares agudas, como el infarto.
Al inspirar partículas ambientales con un diámetro menor de 2,5
micrómetros, ingresan en las vías respiratorias más pequeñas y luego irritan
las paredes arteriales.
Los investigadores hallaron que por cada aumento de 10 microgramos
por metro cúbico de esas partículas, la alteración de la pared íntima media de
las arterias aumenta 5,9 %. El humo del tabaco y el que en general proviene del
sistema de escape de los autos producen la misma cantidad de esas partículas.
Normas estrictas de aire limpio contribuirían a una mejor salud
con efectos en gran escala.
EFECTOS DE LA
CONTAMINACIÓN AMBIENTAL
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El efecto
persistente de la contaminación del aire respirado, en un proceso silencioso de
años, conduce finalmente al desarrollo de afecciones cardiovasculares agudas,
como el infarto. Al inspirar partículas ambientales con un diámetro menor de
2,5 micrómetros, ingresan en las vías respiratorias más pequeñas y luego
irritan las paredes arteriales. Los investigadores hallaron que por cada
aumento de 10 microgramos por metro cúbico de esas partículas, la alteración de
la pared íntima media de las arterias aumenta un 5,9 %. El humo del tabaco y el
que en general proviene del sistema de escape de los autos producen la misma
cantidad de esas partículas. Normas estrictas de aire limpio contribuirían a
una mejor salud con efectos en gran escala.
Otro de los
efectos es el debilitamiento de la capa de ozono, que protege a los seres vivos
de la radiación ultravioleta del Sol, debido a la destrucción del ozono
estratosférico por Cl y Br procedentes de la contaminación; o el calentamiento
global provocado por el aumento de la concentración de CO2 atmosférico que
acompaña a la combustión masiva de materiales fósiles. Lastimosamente los
empresarios y sus gobiernos no se consideran parte de la naturaleza ni del
ambiente que le rodean, ni toman ninguna conciencia de los daños que hacen al planeta,
e indirectamente a sí misma, al mismo ritmo con que los produce; salvo el
retirar sus contaminantes de sus regiones.
CAMBIOS CLIMÁTICOS POR LA CONTAMINACIÓN AMBIENTAL
La felicidad anida más en la nobleza de un bosque que en el lujo sin verde |
El cambio
climático acelerará la aparición de enfermedades infecciosas, como las
tropicales, que encontrarán condiciones propicias para su expansión, incluso en
zonas del Norte. La Organización Mundial de la Salud advirtió que es probable
que los cambios locales de temperaturas y precipitaciones creen condiciones más
favorables para los insectos transmisores de enfermedades infecciosas, como la
malaria o el dengue.
La atmósfera
actúa como una trampa térmica y este efecto invernadero aumenta con la
concentración de gases como el CO2. La actividad humana, la deforestación y,
sobre todo, la quema de combustibles fósiles incrementan la presencia de este
gas en el aire. La concentración atmosférica de CO2 se ha incrementado en un
31% desde 1750.
La cubierta de
nieve y hielo ha disminuido en un 10% desde finales de los 60. Igualmente, se
observa una reducción de los glaciares a lo largo del S.XX. Ha aumentado la
temperatura superficial del océano y el nivel del mar entre 0,1 y 0,2 m. en el
S.XX (y que irá en aumento amenazando de inundar a ciertos países). También se
registran cambios en el régimen de lluvias, en la cubierta de nubes y en el
patrón de ocurrencia de fenómenos como la corriente cálida de El Niño, que se
ha vuelto más frecuente. Tal aumento puede conducir a una mayor incidencia de
enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera, y de las relacionadas
con toxinas, como el envenenamiento por mariscos.
La única forma
de frenar la modificación del clima es reducir drásticamente las emisiones de
gases invernadero, como el CO2. Es necesario presionar a los gobiernos y
empresas mundiales, básicamente, para que reduzcan las emisiones de CO2.
La incineración
de los residuos es una fuente muy importante de contaminación ambiental pues
emite sustancias de elevada toxicidad, a la atmósfera y genera cenizas también
tóxicas. Al contaminar, pues, el aire que respiramos, el agua que bebemos y
nuestros alimentos, la incineración afecta gravemente a nuestra salud.
Entre los
compuestos tóxicos destacan -principalmente- metales pesados y las dioxinas.
Estas últimas son extremadamente tóxicas, persistentes y acumulativas en toda
la cadena alimentaria. Son sustancias cancerígenas y que alteran los sistemas
inmunitario, hormonal, reproductor y nervioso.
En consecuencia,
las empresas y las Administraciones deben invertir sus esfuerzos económicos y
personales en desarrollar otras alternativas.
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